Un servicio, como otro más.

Nos pasaron un servicio en el municipio de (X, no importa el lugar). Una mujer de 50 años con una posible parada cardiorrespiratoria. Cuando llegamos al lugar confirmamos que estaba ya en exitus (muerta) desde hacía bastantes horas. Según refería la familia, se la habían encontrado a las 11:30 y la hora de nuestra activación fue a las 12:30. Se lo encontró la madre de la fallecida: la pobre mujer, bastante mayor, estaba muy alterada y llorando, al igual que el resto de la familia que esperaban nuestra llegada. Cuando accedemos al comedor, la mujer, estaba tumbada en un cheslón y tapada con dos camisetas blancas: una que le cubría parte de las piernas, ya que vestía una especie de bata corta; la otra camiseta le tapaba la cara y parte de los hombros y brazos. cuando nos acercamos con cautela (para no alterar ninguno de los elementos que habían en la casa ya que la policía al ser un servicio judicial necesita recopilar datos dejando la escena lo más intacta posible) vimos que la mujer ya presentaba livideces en el rostro, cuello y en los brazos además de rigidez, con lo cual lo más seguro que la muerte se hubiera producido de madrugada. atendimos a la familia lo mejor que pudimos e informamos por la emisora de que era un exitus. Veníamos acompañados igualmente de una unidad medicalizada que hizo acto de presencia al igual que una patrulla de policía Local y otro de mossos d'esquadra que llegaron después de que nosotros marcharemos del domicilio.

Pero lo peor no es el servicio en sí sino que esa señora tenía un hijo de 11 años que había sido adoptado, quedándose huérfano de madre y su padre, el marido de la difunta, estaba en una residencia con un Alzheimer avanzado. No entraré en la patología de la señora ya que era pluripatológica; lo que vengo a decir es que no te hace falta irte al Tercer Mundo para encontrar una historia triste, siniestra y con atisbos de no mejorar ya que este niño muy seguramente necesitará ayuda psicológica ya que se ha quedado por segunda vez huérfano.