No estás a salvo

Tú, sí, amable lector, tú aún no lo sabes, pero te diré un secreto: no estás a salvo.

No es para meterte miedo, porque indiferentemente de este hecho, la verdad sobresale por encima de todo: no estás a salvo de nada.

La vida es un don maravilloso, preciado, deseado e infravalorado; otros dicen que la vida es una puta mierda (gran Rap, triple XXX), pero no es así. Lo que es una bazofia es este mundo que hemos creado, lleno de farsantes de traje caro y pobres de escrúpulos que engañan, malversan y corrompen y lo peor: creen que hacen lo correcto, porque tú harías lo mismo… irónicamente no dista de la auténtica verdad, al menos lo que yo creo. Pero al margen de que hemos creado una sociedad de valores cuestionables y para más inri, pese a quien pese: ¡funciona! Vivimos en un mundo peligroso y, si no te lo he dicho ya te lo repito: no estás a salvo.

No estás a salvo de ambiciosos con el alma corrompida que sólo quieren obtener más para colmar un vacío infinito en su alma que jamás llenarán.

No estás a salvo de los pederastas, violadores, asesino y criminales que pueblan esta tierra.

No estás a salvo de las mentes brillantes de científicos y mercenarios a mejor postor para aprobar este u otro medicamente cuestionablemente testado y aprobado.

No estás a salvo de un mundo donde se premia con el premio nobel a auténticos criminales.

No estás a salvo de la vorágine de descerebrados que en redes sociales vomitan su bilis contra cualquiera que no piense igual que el rebaño.

No estás a salvo de aquellos que se hacen llamar compañeros o amigos que no dudaran en clavarte un puñal y lanzarte a los buitres con tal de mejorar ellos.

No estás a salvo de las asociaciones que se lucran con la desgracia ajena que a cambio de una pequeña cuota al mes lavaran tu conciencia manchada de sangre.

No estás a salvo de los peligros de la droga prohibida y no normalizada como siglos atrás.

No estás a salvo de ti mismo ni de la neurosis que representa tus valores adoctrinados desde pequeño: tranquilos, ahora te adoctrinamos de otra manera, (nuestra manera).

No estás a salvo de la ansiedad, la depresión, la mediocridad, el miedo, la angustia, el pánico y de la tradición de un ser querido.

No estás a salvo de la omnisciencia de un ser maligno que nos acecha en las sombras; llámalo maldad, llámalo diablo.

No estás a salvo, en definitiva, y para abreviar, de ti mismo.

Felicidades, ya estás preparado para vivir…

¿te encuentras bien?, ¿ningún remordimiento?

Felicidades, acabas de perder algo más de humanidad, si es que conservas algo de cuando eran niño…